La empresa pública de diseño y construcción naval Navantia ha puesto en marcha dos instalaciones fotovoltaicas en su astillero de Ferrol (A Coruña). En concreto, las placas fotovoltaicas se ubican en las cubiertas de los talleres de Prearmamento II y de Módulos y Reparaciones. Además, se prevé llevar a cabo una tercera instalación que se situará en la cubierta del almacén del muelle 9, cubriendo así hasta un 10% del consumo eléctrico de la planta.
La cubierta del taller de Prearmamento II cuenta con 846 paneles solares de 450 Wp, alcanzando una potencia total de 388,80 kWp. Por su parte, la instalación del taller de Módulos y Reparaciones alberga 630 paneles solares de 450 Wp, con una potencia instalada de 283,5 kWp. Por último, la cubierta fotovoltaica proyectada en los almacenes del muelle 9 incorporará 1.680 paneles solares de 450 Wp, con una potencia instalada total de 705 kWp. Las previsiones indican que estará en marcha a finales del mes de enero de 2025.
El conjunto de las tres instalaciones fotovoltaicas permitirá alcanzar un 10% del consumo eléctrico de la compañía. Estas cubiertas fotovoltaicas no solo contribuirán a la reducción de la huella de carbono de Navantia, sino que también suponen una mejora de la independencia y la eficiencia energética, además de un ahorro de costes.
Sostenibilidad en el sector naval
Esta actuación cuenta con financiación de los fondos europeos Next Generation, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia asociado al Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica para la modernización y diversificación del ecosistema naval español (PERTE Naval). Con esta iniciativa, Navantia avanza en la adopción de tecnologías sostenibles y la reducción de emisiones, impulsando así la transición energética en el sector naval.
Las actuaciones también se enmarcan en las medidas de mitigación y adaptación al cambio climático establecidas en la estrategia de sostenibilidad de la compañía, por la que está ejecutando un plan con el que busca llegar a un 55% de descarbonización para el año 2030 y al 100% en el 2040, comprometiéndose así a medir y reducir la huella de carbono causada por el desarrollo de su actividad.