La Agencia Internacional de Energías Renovables (Irena) y la Organización Internacional del Trabajo (ILO, por sus siglas en inglés) han elaborado un informe que revela que en 2023 se produjo el mayor aumento de empleos en energías renovables de la historia, de 13,7 millones en 2022 a 16,2 millones. En concreto, el mayor impulso provino del sector de la energía solar fotovoltaica, que genera 7,2 millones de empleos en todo el mundo.
El informe, titulado ‘Energías renovables y empleos: revisión anual 2024’, revela un salto interanual del 18%, que refleja el fuerte crecimiento de las capacidades de generación de energías renovables, junto con una expansión continua de la fabricación de equipos. Se trata de la 11ª edición de este informe anual, la cuarta desarrollada en colaboración con ILO, que forma parte del trabajo de Irena sobre los impactos socioeconómicos de una transición energética basada en energías renovables.
La energía fotovoltaica crea 7,2 millones de empleos en el mundo
El mayor impulso en empleos del sector renovable proviene de la energía solar fotovoltaica, que crea 7,2 millones de empleos en todo el mundo, de los cuales 4,6 millones se encuentran en China al ser el principal fabricante e instalador de energía solar fotovoltaica. Gracias a las importantes inversiones chinas, el Sudeste Asiático se ha convertido en un importante centro de exportación de energía solar fotovoltaica, lo que ha creado empleos en la región.
Los biocombustibles líquidos fueron los segundos en cuanto a número de empleos, seguidos de la energía hidroeléctrica y la eólica. Brasil encabezó la lista de biocombustibles, con un tercio de los 2,8 millones de empleos del mundo en este sector. Asimismo, el aumento de la producción colocó a Indonesia en segundo lugar, con una cuarta parte de los empleos en biocombustibles a nivel mundial.
Por su parte, en el sector eólico, China y Europa siguen siendo las regiones dominantes. Como líderes en fabricación e instalación de turbinas, aportaron el 52% y el 21% del total mundial de 1,5 millones de empleos, respectivamente. Debido a la desaceleración de su implementación, la energía hidroeléctrica pasó a ser una excepción a la tendencia general de crecimiento, y se estima que el número de empleos directos se redujo de 2,5 millones en 2022 a 2,3 millones, con China, India, Brasil, Vietnam y Pakistán liderando la industria.
Desigualdad geográfica en empleos del sector renovable
Los datos del informe muestran un panorama global desigual ya que, solo el año pasado, cerca de dos tercios de la nueva capacidad solar y eólica mundial se instalaron en China, ocupando el primer puesto con unos 7,4 millones de empleos en energías renovables, lo que equivale al 46% del total mundial. Le sigue la UE con 1,8 millones, Brasil con 1,56 millones y Estados Unidos y la India, con cerca de un millón de empleos cada uno.
Por su parte, África sigue recibiendo solo una pequeña parte de las inversiones mundiales en energías renovables a pesar de su inmenso potencial en materia de recursos, que se tradujeron en un total de 324.000 empleos en el sector en 2023. En las regiones que necesitan urgentemente un acceso fiable y sostenible a la energía, las soluciones de energía renovable descentralizada ofrecen una oportunidad de cubrir la brecha de acceso y generar empleo, según indica el informe.
Los expertos de Irena señalan que la consecución del compromiso colectivo de triplicar la capacidad de energía renovable para 2030, requiere reforzar el apoyo a las regiones remotas para abordar las barreras que impiden el progreso de sus transiciones. Una colaboración internacional fortalecida puede movilizar una mayor financiación para el apoyo a las políticas y el desarrollo de capacidades en países que aún no se han beneficiado de la creación de empleo en energías renovables, según afirman.
Las mujeres, que representan el 32% de la fuerza laboral total del sector de las energías renovables, siguen teniendo una participación desigual, a pesar de que el número de empleos sigue aumentando. En este contexto, para satisfacer la creciente demanda de diversidad de habilidades y talentos en el marco de la transición energética, el informe apunta a políticas que respalden medidas para una mayor diversidad de la fuerza laboral y la equidad de género.