Como parte del proyecto ‘Requiem in Power’ (RIP), ha finalizado la instalación de placas solares en el cementerio municipal del barrio de Campanar y se conectará a la red eléctrica en los próximos días. En total, sobre los nichos del camposanto de Campanar se han instalado 375 placas solares en una superficie de 800 m2 que generarán 161,25 kWp. En conjunto ya se han instalado 810 placas solares entre los cementerios de los barrios de Campanar, Benimàmet y el Grau, y comenzará próximamente la segunda fase de instalación en el Cementerio General y el del barrio de Cabanyal.
Con una inversión global de 3,2 millones de euros, el proyecto ‘Requiem in Power’ contempla la instalación de un total de 6.658 paneles solares en el conjunto de los cementerios municipales para producir 3.388.530 kW anuales de energía eléctrica antes de final de año. En los del Grao, Benimàmet y Campanar se producirán más de 440.000 kW/año y el 99% de su producción eléctrica se dedicará al suministro de hogares en situación de vulnerabilidad.
El cementerio de Campanar será el primero que volcará la energía que produzca a la red, pero otros tres ya tienen sus instalaciones acabadas y están ultimando los trámites para poder verter igualmente su producción a la red eléctrica. En el cementerio de Benimàmet se han instalado 259 paneles solares en una superficie de 564 m2 y en el del Grau hay 176 placas solares en una superficie de 318,70 m2.
Suministro energético para hogares y edificios municipales
Por ahora 25 hogares ya han firmado las autorizaciones para ser los primeros beneficiarios de esta energía solar cedida por el Ayuntamiento de Valencia, pero durante los próximos meses se irán incorporando muchos más hogares progresivamente a través de los Servicios Sociales municipales. Mientras tanto, la idea es repartir los excedentes entre edificios municipales.
Cuando finalice el proyecto RIP, las instalaciones de los cinco cementerios municipales generarán más de 2.800 kWp para el consumo de instalaciones municipales y unos 800 hogares vulnerables. El objetivo es que el 75% de la energía producida se destine al consumo de los edificios municipales y un 25% se destine a hogares en situación de vulnerabilidad.
Las familias que recibirán energía de las plantas públicas de energía solar son identificadas por los Servicios Sociales municipales y serán acompañadas por la Fundación València Clima i Energia a través de sus Oficinas de la Energía gracias al proyecto europeo PowerUP.