El Teleférico del Teide (Tenerife) ha inaugurado en sus instalaciones del Parque Nacional de las Cañadas del Teide un sistema de propulsión de sus cabinas alimentado por energía solar fotovoltaica. La nueva instalación, llamada sistema ESFOR, permite reducir a cero las emisiones de CO2 a la atmósfera.
El teleférico es un sistema que es autónomo eléctricamente, es decir, que no está conectado a la red, pues no hay tendido eléctrico en el Parque Nacional. Ahora, también es autosuficiente al generar su propia energía 100% renovable, a través de los paneles solares ubicados en las instalaciones ya existentes y sin ocupar nuevo suelo del Parque Nacional.
Este sistema de energía solar para funiculares consiste en una técnica que combina paneles solares y baterías. Con este modelo, que aprovecha la luz solar y el movimiento descendente de las cabinas, se asegura el suministro eléctrico suficiente y estable para garantizar el funcionamiento de las actuales instalaciones del teleférico. El motor, hasta ahora generador de electricidad, solo quedará como reserva para su uso en caso de necesidad o emergencia.
De esta manera, el sistema instaurado en el Teleférico del Teide aprovecha al máximo las innovaciones tecnológicas y añade la capacidad de almacenar y distribuir energía a toda la instalación. Además, la implantación de este sistema implica la reducción total de la huella de carbono de la infraestructura al eliminar las emisiones de CO2.
Instalación renovable en condiciones climáticas adversas
Esta nueva instalación renovable supone una de las inversiones más importantes del Teleférico del Teide, con un total de 2 millones de euros y financiado mayoritariamente con recursos propios y en un porcentaje menor a través de fondos europeos Next Generation.
Cabe destacar que las condiciones climáticas extremas del Parque Nacional del Teide han supuesto un reto para llevar a cabo la instalación, tanto por las temperaturas como por la presión atmosférica a la que están sometidos los materiales y equipos utilizados. A los factores climáticos también se sumó el reto de compatibilizar los trabajos de la instalación de un sistema tan complejo sin interrumpir el servicio habitual de las cabinas.