IEA PVPS y TNO analizan la huella de carbono de las instalaciones solares flotantes

Informe de IEA PVPS.

Los sistemas fotovoltaicos flotantes son, en términos de huella de carbono, similares a los sistemas fotovoltaicos sobre tierra, lo que los convierte en una opción complementaria viable para las instalaciones solares sobre tierra, según el informe ‘Carbon Footprint Analysis of Floating PV systems’, realizado por el Instituto de Investigación Aplicada TNO de Países Bajos y publicado por el Programa de Sistemas de Energía Fotovoltaica de la Agencia Internacional de la Energía (IEA PVPS).

IEA PVPS y TNO trabajan conjuntamente en este informe para valorar la posible combinación entre sistemas fotovoltaicos flotantes y montados sobre suelo.

Se trata del primer análisis detallado del inventario del ciclo de vida de los sistemas fotovoltaicos flotantes operativos. El estudio compara dos sistemas fotovoltaicos flotantes operativos en Europa occidental que poseen diferentes composiciones de flotadores (HDPE y acero/HDPE), con sistemas fotovoltaicos hipotéticos montados sobre el suelo, utilizando datos de referencia exhaustivos.

Combinación de energía solar flotante y sistemas fotovoltaicos sobre suelo

El estudio revela que los sistemas fotovoltaicos en pequeñas masas de agua continentales pueden ser un complemento valioso para los sistemas fotovoltaicos sobre tierra en términos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. La huella de carbono estimada por kWh de producción energética de las dos instalaciones de energía solar flotante es de aproximadamente 50 g de CO2/kWh, lo que es entre 3 y 4 veces menor que el objetivo de combinación de redes de la UE para 2030 (176 g de CO2/kWh).

Durante su ciclo de vida, los sistemas de energía solar flotantes en aguas continentales tienen emisiones de CO2 similares a las de los sistemas solares terrestres. En comparación con un sistema terrestre de este a oeste, la huella de carbono de los sistemas de energía solar flotantes es solo un 15% mayor que la de un sistema fotovoltaico montado en el suelo. Esto hace que los sistemas solares flotantes sean una incorporación viable a la combinación energética.

Además, su huella de carbono se puede reducir en más del 40% mediante tres medidas: la fabricación de módulos fotovoltaicos con fuentes de electricidad bajas en carbono, uso de materiales reciclados para la estructura de soporte y reciclaje de HDPE al final de su vida útil.

Los investigadores señalan que estos hallazgos destacan los posibles beneficios ambientales de estos sistemas, que podrían mejorar la adopción de tecnologías de energía renovable, así como la necesidad de un seguimiento a largo plazo y evaluaciones ambientales exhaustivas.

 
 
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