Rafael Barrera, director general de la Asociación Nacional de Productores de Energía Fotovoltaica (Anpier)

Director general de Anpier.

El director general de la Asociación Nacional de Productores de Energía Fotovoltaica (Anpier) afirma que España se encuentra en una posición ventajosa para impulsar la transición energética gracias al papel protagonista que está cobrando la energía fotovoltaica en el mix energético español. Rafael Barrera analiza el crecimiento de la energía solar fotovoltaica tanto a nivel europeo como nacional, incidiendo en la evolución que ha experimentado el autoconsumo fotovoltaico de la mano de los pequeños y medianos productores de energía solar fotovoltaica.

Rafael Barrera, director general de Anpier, defiende la necesidad de dejar atrás los combustibles fósiles para acompañar el crecimiento de la energía fotovoltaica y alcanzar los objetivos renovables establecidos en el PNIEC.

SOLARINFO: La energía solar fotovoltaica ha liderado por primera vez el mix eléctrico nacional, con el 23,8% del total del mes de mayo, según los datos de Red Eléctrica. ¿Qué valoración realiza de la relevancia que ha cobrado la energía solar fotovoltaica en nuestro país?

Rafael Barrera: La fotovoltaica ha venido a ocupar el lugar que le correspondía en el ‘país del Sol’: ser protagonista en nuestro mix y contribuir a que los españoles y las empresas disfruten de energía eléctrica muy barata y limpia. Nuestro país goza de grandes ventajas para esta tecnología: muchas horas de sol, terreno abundante y redes adecuadas, así que será -ya lo es- un reclamo para aquellas empresas que quieran la ventaja competitiva de energía muy barata y sin emisiones.

En el aspecto energético, España está, por primera vez en la historia, muy bien posicionada para realizar la transición energética que exige el planeta y que sea, además, una gran oportunidad de prosperidad.

SOLARINFO: La Comisión Europea ha publicado recientemente la ‘Carta Solar Europea’, un documento que ha sido firmado por los ministros de energía de 23 países de la UE, entre ellos España, y representantes de la industria fotovoltaica, donde se establece una serie de acciones voluntarias para apoyar al sector fotovoltaico de la UE. ¿Cómo valora la adopción de este documento para impulsar la industria fotovoltaica española y europea? Desde su punto de vista, ¿las medidas que recoge la carta son suficientes para apoyar el crecimiento de la industria fotovoltaica nacional?

Rafael Barrera: Sin duda, todos estos instrumentos que favorecen la penetración de la fotovoltaica, son bienvenidos. Contamos con una industria solar y eólica de primera magnitud, fruto de nuestra experiencia y buen hacer. La regulación es un factor esencial, como hemos visto, para que se pueda desarrollar la producción renovable y las cosas se han hecho bien en España y Europa. Quizá hubiera sido deseable menos velocidad en algunos momentos y más en otros, pero el resultado está siendo óptimo.

Mas allá de que la regulación haya permitido que estas tecnologías, en su momento inmaduras, hayan emergido y que se den las condiciones para su implantación masiva, los grandes argumentos de la fotovoltaica son: modalidad infinita, coste de generación reducido y emisiones insignificantes. Es una tecnología imparable que con el apoyo de las baterías viene a resolver los problemas energéticos de un continente, Europa, siempre dependiente de las fuentes de generación fósil y foráneas, que han tenido un coste medioambiental y económico elevado, que en su momento era necesario, pero que cada día será más prescindible.

SOLARINFO: Recientemente, se ha inaugurado el parque fotovoltaico de Jumilla, que es ya el noveno parque solar en la Región de Murcia bajo la modalidad de participación social. Tiene una capacidad de 4 MW y será capaz de abastecer a 900 hogares. Su puesta en marcha ha sido promovida por Anpier. ¿Qué importancia cobra llevar a cabo este tipo de proyectos para impulsar la energía fotovoltaica en España?

Rafael Barrera: La verdadera socialización de la generación energética era una gran oportunidad en el nuevo modelo que impulsa la transición energética, pero ha sido una oportunidad perdida. Las palabras han ido en una dirección y la realidad en otra, si bien sí se ha producido una leve democratización de la producción en forma de autoconsumo, la evidencia está en la constatación de que el grueso de la generación renovable que se ha implantado en nuestro país está en manos de grandes empresas.

Anpier quería que se sentaran bases sinceras para que la generación para suministro a través de las redes fuera de base social, que los españoles pudieran participar con sus ahorros en el desarrollo de grandes parques participados, pero no se ha producido. Se nos ha mostrado el camino de los autoconsumos, mientras que no se ha fomentado la modalidad de parques participados. Las comunidades energéticas son otra modalidad muy limitada de participación ciudadana.

Los parques solares participados están siendo una excepción y los ingresos del sistema eléctrico no irán a los bolsillos de las familias españolas. Anpier pedía que se favoreciera que una parte del parque de generación fuera de base social y lo hizo hace 15 años, pero no ha sido posible. Nos queda el consuelo de los autoconsumos, que si vemos cuánto supondrán del total de MW renovables previstos por el PNIEC, tienen un alcance muy limitado.

SOLARINFO: Como asociación estatal sin ánimo de lucro que representa a los pequeños y medianos productores de energía solar fotovoltaica, desde Anpier, ¿cuáles consideráis que son los principales retos a los que se enfrentan los productores de energía fotovoltaica en España en la actualidad? ¿Qué debe caracterizar al nuevo modelo de generación energética al que nos encaminamos?

Rafael Barrera: Más que retos se atisban grandes amenazas. Los precios de la energía en las horas solares se han desplomado y con ello se tensionan las amortizaciones de los recientes desarrollos. La demanda de energía eléctrica en España en 2023 registró un descenso del 2,3% respecto al año 2022, el sistema eléctrico peninsular -un 95% de la demanda- se redujo un 2,5%. Por tanto, estamos ante los consumos de energía eléctrica desde la red de suministro más bajos de los últimos 20 años.

Por su parte, la potencia instalada en España alcanza los 120.000 MW, el 60% de origen renovable, mientras que en el 2003, la potencia instalada en el mercado peninsular se situaba en poco más de 60.000 MW, con una penetración casi testimonial de fuentes renovables, que no alcanzarían a satisfacer ni el 8% de la demanda. Sin embargo, el PNIEC establece como objetivos para el año 2030 elevar a 62 GW la disponibilidad eólica y a 76 GW la potencia fotovoltaica, lo que supondría instalar cerca de 100.000 MW adicionales a los que tenemos desplegados.

Es preciso recordar que el fin último de la transición ecológica es la electrificación de los consumos energéticos sobre fuentes renovables para reducir la emisión de gases de efecto invernadero un 32% en el año 2030, y alcanzar la neutralidad en emisiones de carbono antes del 2050. A estos efectos, si los consumos de energía de origen fósil no se abandonan progresivamente, lo mismo nos va a dar tener instalados 100.000 MW de energía eléctrica que 500.000 MW.

La oferta de energía renovable no proporciona el efecto descarbonizador que se persigue por sí sola, y no habría de considerarse como un indicador de éxito si no va acompañada de una demanda creciente. La disponibilidad de potencia renovable es premisa necesaria, pero no suficiente, para alcanzar los objetivos que se persiguen.

La creciente implantación de la generación eléctrico-renovable es una realidad palmaria, mientras que la demanda de esta producción se está quedando en deseos y previsiones que no se verifican, sobre hipótesis de incrementos, quizá no realistas, de penetración del coche eléctrico, la climatización por bomba de calor, la implantación de instalaciones industriales y de proceso, datos con consumos intensivos, interconexiones, penetración del almacenamiento e hidrógeno verde.

SOLARINFO: Para terminar, ¿cuáles son los objetivos y líneas estratégicas que seguirá Anpier en los próximos años para apoyar el crecimiento de la energía fotovoltaica en España?

Rafael Barrera: Nuestro primer objetivo es defender a los verdaderos pioneros de la transición energética en España, las 65.000 familias fotovoltaicas que atendiendo un llamamiento del Estado destinaron sus ahorros y energías a impulsar este cambio de modelo hace 15 años y del que ahora se benefician empresas y hogares. Este colectivo sufre recortes retroactivos salvajes e intolerables.

Los fondos de inversión que realizaron idénticas inversiones habrán de ser compensados por dichos recortes en virtud de los laudos internacionales que están ganando frente al Reino de España, y Anpier espera igual justicia para los nacionales. Por otra parte, mantenemos la defensa de la generación fotovoltaica y promovemos que sea de base y propiedad española, familias y pymes, pero sin una apuesta decidida en esta misma dirección por parte de las administraciones, esta vía no tendrá futuro en el poco margen que todavía le pudiera quedar.

 
 
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