Un estudio del Instituto de Ingeniería del Agua y Medio Ambiente (IIAMA) de la Universitat Politècnica de València (UPV) ha analizado el potencial de los sistemas de energía solar fotovoltaica para la optimización, eficiencia energética y reducción de costes de las plantas desalinizadoras.
La desalación desempeña un papel crucial en la adaptación del sistema de recursos hídricos en las regiones del Mediterráneo, especialmente en condiciones de escasez que se han agravado por el cambio climático.
Una de las principales barreras de la desalación es su alto coste, especialmente debido al coste de la energía. Por ello, la investigación del IIAMA-UPV ha explorado las mejoras en la eficiencia y la viabilidad económica de implementar instalaciones fotovoltaicas para suministrar energía a plantas desaladoras, concretamente en las instalaciones de Torrevieja, Valdelentisco y Águilas. El trabajo ha sido publicado en la revista científica Marine Science and Engineering.
Integración de sistemas fotovoltaicos en la agricultura
La investigación destaca que la integración de sistemas fotovoltaicos en desaladoras es técnica y económicamente viable, ofreciendo una solución sostenible para la gestión de los sistemas de recursos hídricos y el mantenimiento de la agricultura. Los investigadores señalan que estos avances representan un paso significativo hacia la sostenibilidad de la agricultura de regadío en sistemas con escasez de recursos hídricos, demostrando que la energía fotovoltaica puede ser de gran utilidad en la gestión integrada de recursos hídricos.
Los investigadores del IIAMA-UPV señalan que combinar la energía solar fotovoltaica en instalaciones de desalación de agua puede reducir el coste hasta un 24%, lo que hace viable su uso en zonas con agricultura productiva. En cuencas como la del Segura, que sufre una gran escasez de recursos y posee un sector agrícola muy productivo, el coste sería menor a 0,4 euros/m³.
En este sentido, el análisis económico reveló que el tamaño óptimo de las instalaciones fotovoltaicas para la planta de Torrevieja, con una producción de 120 hm³/año, varía entre 60 y 120 MW, mientras que en el caso de las plantas de Valdelentisco y Águilas, el tamaño óptimo oscila entre 80 y 165 MW.
Los resultados obtenidos subrayan la importancia de la inversión en energía fotovoltaica como estrategia para mejorar la eficiencia operativa y reducir los costes energéticos de la desalación, contribuyendo así a la mitigación del cambio climático. Este estudio proporciona un marco de referencia para futuras investigaciones y desarrollos en el campo de la energía renovable aplicada a la desalación, y plantea nuevas oportunidades para optimizar la producción de agua de manera más sostenible y rentable.