El año pasado disminuyó la presión sobre el mercado de los minerales que se utilizan en paneles solares y otras tecnologías de energía limpia, ya que la oferta superó la demanda. No obstante, aún se necesitan importantes inversiones adicionales para alcanzar los objetivos energéticos y climáticos, según el informe Global Critical Minerals Outlook 2024 de la Agencia Internacional de la Energía (IEA, por sus siglas en inglés).
Los análisis sugieren que los proyectos anunciados son suficientes para satisfacer solo el 70% de las necesidades de cobre y el 50% de litio en 2035 en un escenario en el que los países de todo el mundo cumplan sus objetivos climáticos nacionales. Los mercados de otros minerales se presentan más equilibrados, siempre que los proyectos se llevan a cabo según lo programado. En términos de concentración geográfica, según el informe de la IEA, China sigue manteniendo una alta concentración de la oferta a pesar de los proyectos anunciados en otros países, y se prevé que mantenga una fuerte posición en el sector de refinación y procesamiento.
El informe afirma que se necesitan unos 800.000 millones de dólares de inversión en minería de aquí a 2040 para encaminarse hacia un escenario de 1,5 °C. Además, los requisitos de capital minero tendrán que ser un tercio más altos que los actuales si no aumenta significativamente la aceptación del reciclaje y la reutilización de materiales. Por último, el informe sugiere que la industria debe implementar mejoras en la reducción de la generación de residuos, las emisiones de gases de efecto invernadero y el consumo de agua.
Regulación de los precios de los minerales
Tras dos años de grandes aumentos, el informe de la IEA muestra que los precios de los minerales críticos, como el litio, el cobre, el níquel, el cobalto y el grafito, cayeron bruscamente en 2023, volviendo a niveles vistos por última vez antes de la pandemia. Los materiales utilizados para fabricar las baterías experimentaron disminuciones particularmente significativas, con el precio del litio cayendo un 75% y los precios del cobalto, el níquel y el grafito cayendo entre un 30% y un 45%, lo que permitió que los precios de las baterías se redujeran un 14%.
Dado que el crecimiento de la demanda sigue siendo sólido, estos descensos se debieron principalmente a un fuerte aumento de la oferta mundial, lo que ayudó a compensar las fuertes subidas de precios en 2021 y 2022. El informe concluye que la bajada de los precios de los minerales críticos en el último año ha tenido un efecto negativo en las nuevas inversiones. Esto se debe a que, en 2023, la inversión en minería de minerales críticos creció un 10% y el gasto en exploración aumentó un 15%, un crecimiento más lento que en 2022.
Según las perspectivas de los expertos, la demanda de minerales críticos seguirá creciendo con fuerza, impulsada por el despliegue de las tecnologías renovables. El tamaño del mercado combinado actual de minerales clave para la transición energética se duplicará hasta alcanzar los 770.000 millones de dólares en 2040, siguiendo el camino hacia la descarbonización para mediados de siglo.
Riesgos para los minerales clave en la transición energética
El informe también presenta una evaluación de riesgos para determinados minerales clave para la transición energética en torno a cuatro dimensiones clave: riesgos de suministro, riesgos geopolíticos, barreras para responder a las interrupciones del suministro y exposición a riesgos ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) y climáticos.
La evaluación muestra que el litio y el cobre son los más vulnerables a los riesgos de suministro y volumen, mientras que el grafito, el cobalto, los materiales raros y el níquel se enfrentan a riesgos geopolíticos más importantes. En el caso del grafito, la cartera de proyectos actual indica que la oferta disponible (dejando fuera a China) solo cumple con el 10% de los requisitos en 2030, lo que dificulta alcanzar los objetivos de diversificación anunciados. Además, la mayoría de los minerales están expuestos a importantes riesgos ambientales.