La plaza Anna Lizaran de Barcelona acoge dos nuevas pérgolas fotovoltaicas para autoconsumo

Pérgola fotovoltaica en la plaza Anna Lizaran.

Tras finalizar las obras para su instalación, la plaza de Anna Lizaran, situada en el barrio del Fort Pienc del distrito del Eixample (Barcelona), cuenta con dos nuevas pérgolas fotovoltaicas. Con un coste aproximado de 300.000 euros, la actuación permite generar energía fotovoltaica para autoconsumo, además de proporcionar sombra en un espacio público de gran afluencia.

Las dos nuevas pérgolas fotovoltaicas de la plaza Anna Lizaran en Barcelona cuentan con 40 paneles solares de 14,64 kWp.

La actuación consiste en dos grandes pérgolas con estructura metálica y listones de madera, sobre las que se ha instalado 40 paneles solares repartidos en 103 metros cuadrados, con una potencia de 14,64 kWp y una energía generada de 30.707 kWh/año.

Asimismo, la actuación da respuesta a las peticiones del vecindario y de los usuarios del área de juego infantil que reclamaban más sombra. Las nuevas pérgolas ayudarán a mitigar los efectos del calor, especialmente las olas de calor cada vez más recurrentes debido al cambio climático. El proyecto fue compartido con la Asociación de Vecinos del Fort Pienc y con la comunidad educativa que, finalmente, ven atendidas sus demandas de disponer de espacios de estancia donde protegerse del sol.

Neutralidad climática para 2030

Hasta 2023, la ciudad contaba con 177 instalaciones fotovoltaicas con una potencia de 5.848 kWp, una generación equivalente a la energía que consumen 3.178 hogares cada año. La reciente actuación se enmarca como parte de los objetivos previstos en el paquete de medidas del gobierno municipal para acelerar la generación de energía solar en la ciudad, que prevé triplicar la potencia fotovoltaica municipal hasta 2027, y quintuplicarla hasta 2030.

El objetivo marcado es que en 2027 se llegue a las 384 instalaciones y una potencia de 19.244 kWp, que es el equivalente al consumo anual de 10.450 hogares y que supone un ahorro de 8.660 toneladas de CO2. La medida, además, define las líneas de trabajo para seguir creciendo con horizonte 2030 y poder llegar a los 27.244 kWp. Así, se cumple con uno de los ejes principales del Acuerdo Climático de Barcelona, que marca el reto de convertirse en una ciudad neutra en carbono en el año 2030.

 
 
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