En el marco del Plan de Transición Energética municipal, el Ayuntamiento de Torrelles de Llobregat (Cataluña) tiene previstas una serie de instalaciones de paneles solares y pérgolas fotovoltaicas, algunas de ellas ya instaladas, que permitirán abastecer el consumo eléctrico de los edificios públicos, así como generar un excedente con el objetivo de impulsar el autoconsumo compartido a través de una comunidad energética local.
El proyecto se encuentra actualmente en su primera fase, que consiste en analizar la viabilidad de una comunidad energética local. En este sentido, el estudio realizado por una empresa externa prevé una distribución con ocho ubicaciones de cubiertas fotovoltaicas que cubrirían todo el núcleo poblacional.
Estas instalaciones producirían la energía equivalente al consumo anual de 279 hogares, reduciendo la emisión de 253 toneladas de dióxido de carbono al año y generando un ahorro del 15 al 20% en la factura energética. Además, los beneficios económicos que se puedan obtener serán reinvertidos en el propio municipio en forma de beneficios sociales o medioambientales.
El siguiente paso es identificar el equipo motor de la comunidad energética, es decir, las personas que encabezarán el desarrollo del proyecto. Por ello, desde el ayuntamiento se invita a la ciudadanía a participar en el proyecto, poniéndose en contacto con el Área de Medio Ambiente para mostrar su interés a través del correo electrónico mediambient@torrelles.cat. Se puede encontrar más información acerca de la iniciativa a través de este enlace.
Autoconsumo para ciudadanos y comercios
El pasado mes de abril se organizó una charla para informar a la ciudadanía sobre el proyecto para poner en marcha una comunidad energética local. El proyecto busca implicar a la ciudadanía en la implantación de un nuevo sistema de autoconsumo compartido que supondrá una mejora de la eficiencia energética, abordando así la transición energética y la neutralidad climática del municipio.
El consistorio persigue alcanzar ventajas como la reducción de las emisiones de dióxido de carbono, el ahorro en la factura energética de los hogares asociados, la reducción del impacto visual de las instalaciones individuales y facilitar el acceso a la energía renovable a vecinos y comercios que no disponen de espacio para tener una instalación propia, además de convertir al municipio en un referente de sostenibilidad e innovación energética.