Según la 12ª edición del informe ‘Snapshot of Global PV Markets 2024’ (Panorama de los mercados fotovoltaicos mundiales 2024) del Programa de Sistemas de Energía Fotovoltaica de la Agencia Internacional de la Energía (IEA PVPS), la capacidad fotovoltaica acumulada global creció a 1,6 TW en 2023 frente a 1,2 TW del año anterior, con entre 407,3 GW y 446 GW de nuevos sistemas fotovoltaicos puestos en servicio y 150 GW aproximadamente de módulos fotovoltaicos en todo el mundo. Así, el documento del IEA PVPS recoge el desarrollo de la energía fotovoltaica en todo el mundo con el objetivo de proporcionar información preliminar sobre cómo evolucionó el mercado fotovoltaico en 2023.
El documento refleja que la capacidad acumulada mínima instalada para finales de 2023 fue de 1.581 GW. En 2023, al menos 29 países instalaron más de 1 GW, frente a los 25 países de 2022. Además, 19 países tienen ahora más de 10 GW de capacidad acumulada total y cinco tienen más de 40 GW. Solamente China acumula un mínimo de 662 GW, seguida por la Unión Europea con 268,1 GW, Estados Unidos en tercer lugar con 169,5 GW y la India se coloca en cuarta posición con 95,3 GW, superando así a Japón.
Con un crecimiento dinámico continuo, China sigue siendo el principal mercado regional en 2023 con más del 60% de la nueva capacidad fotovoltaica frente al 45% en 2022, mientras que Europa y EE.UU. actualmente solo representan el 20%, unas cifras significativamente menores que las recogidas en el anterior informe del IEA PVPS.
Sector fotovoltaico internacional
En el plano internacional, el informe señala que, gracias a sus políticas activas de desarrollo, las instalaciones fotovoltaicas de China se dispararon a un récord de 235 GW DC, alcanzando 662 GW de capacidad acumulada. Esto representa más del 15% de la capacidad acumulada global total y es casi el equivalente a la capacidad acumulada de Europa.
Por su parte, Europa demostró un fuerte crecimiento continuo instalando 61 GW, de los cuales 55,8 GW proceden de Estados miembros de la UE. Una subida liderada por Alemania (14,3 GW), seguida de Polonia (6 GW), Italia (5,3 GW) y los Países Bajos (4,2 GW), mientras que España cayó ligeramente (7,7 GW). En el continente americano, los dos principales mercados siguieron creciendo. Por un lado, Estados Unidos, tras un 2022 algo lento, instaló 33,2 GW en 2023, y Brasil mantuvo su dinámico mercado de 2022 para instalar 11,9 GW en 2023, colocando su capacidad acumulada en la quinta posición de los diez primeros países a nivel mundial.
Para India, 2023 fue un año ligeramente más lento con 16 GW instalados en 2023, con un enfoque predominante en sistemas fotovoltaicos centralizados. Otros mercados de Asia y el Pacífico también sufrieron una desaceleración como Australia (3,8 GW), mientras que Corea (3,3 GW) y Japón (6,3 GW) se mantuvieron estables.
Gran parte del desarrollo del mercado fotovoltaico asiático se debe a China, ya que el crecimiento del mercado fuera de China alcanzó un 30%, mientras que el crecimiento interno del país asiático superó el 120%.
Penetración fotovoltaica en el suministro eléctrico
Según el informe, el número de países con tasas de penetración fotovoltaica superiores al 10% se duplicó respecto al año pasado, llegando a 18 frente a los 9 de 2022. España lidera el ranking con un 21,1%, seguido de Países Bajos, Chile y Grecia con más del 17%, así como Australia, Israel y Alemania con más del 14%. Con mayores tasas de energía fotovoltaica instalada, muchos países han agregado 2 puntos porcentuales o más en comparación con 2022.
Los volúmenes cada vez mayores de capacidad instalada están haciendo una contribución tangible al consumo de electricidad en todo el mundo. Los dos principales mercados fotovoltaicos, China y la Unión Europea, lo demuestran con aproximadamente un 10% cada uno. En total, la contribución fotovoltaica asciende a más del 8% de la demanda de electricidad en el mundo.
El informe subraya que los mercados fotovoltaicos individuales siguen siendo sensibles al apoyo de las políticas y a los precios internos de la electricidad a pesar de la competitividad en la mayoría de los segmentos de mercado en muchos países.
Las diferentes perturbaciones de 2020 a 2022 como la pandemia de Covid-19, las tensiones geopolíticas en todo el mundo y los episodios de contaminación en China, pusieron de relieve la fragilidad de la cadena de valor fotovoltaica, lo que impulsó a que los gobiernos aumentaran su apoyo a la fabricación en los diversos pasos de la cadena de valor fotovoltaica a través de políticas, subsidios y regulaciones.
No obstante, el aumento significativo en la capacidad de fabricación de China ha llevado a que la oferta supere la demanda mundial y, en consecuencia, los precios de los módulos fotovoltaicos hayan bajado a cifras récord. Así, las caídas significativas en los precios de los módulos fotovoltaicos debido al aumento de inventario, el exceso de oferta y el entorno competitivo entre los fabricantes causaron tensión en la fabricación a nivel local.
Por tanto, el informe señala que el exceso de oferta de módulos fotovoltaicos en 2023 ha mostrado las dificultades que presenta el contexto internacional para alinear la producción y la demanda en el sector fotovoltaico.
La energía fotovoltaica en la descarbonización de las economías
La energía fotovoltaica está desempeñando un papel importante en la transición energética y, en 2023, representó más del 75% de todas las nuevas tecnologías renovables, gracias a su constante reducción de costes, su rendimiento técnico y su accesibilidad, y a sus procedimientos de obtención de permisos, en general, más rápidos que los de la energía eólica o hidráulica, según señala el informe.
El documento refleja que la energía fotovoltaica jugó un papel importante en la reducción de las emisiones de CO2 del mercado eléctrico en 2023, sumando más del 75% de la nueva capacidad renovable instalada en 2023 y generando casi el 60% de la generación a partir de nueva capacidad renovable.
La energía fotovoltaica permite la reducción de las emisiones de carbono, ya que reemplaza o desplaza la generación de combustibles fósiles. A medida que aumentan los volúmenes fabricados e instalados, también aumentan la competitividad, la competencia de la fuerza laboral y la confianza de los inversores, lo que permite que la energía solar se adopte como una inversión tecnológica segura y madura.