La Alianza Europea de la Industria Solar Fotovoltaica (ESIA, por sus siglas en inglés), organismo que cuenta con más de 150 miembros procedentes de toda la cadena de valor fotovoltaica de 17 países europeos, ha publicado su plan de acción para 2024, donde se recogen una serie de medidas recomendadas para relocalizar la industria fotovoltaica europea y alcanzar los 30 GW de capacidad de fabricación fotovoltaica en la Unión Europea para 2030.
El plan de acción consta de diez puntos en los que recomienda criterios, tanto financieros como no relacionados con los precios, para cerrar la brecha de costes de los productos fotovoltaicos europeos.
Entre las medidas recomendadas por la ESIA para impulsar la industria fotovoltaica europea, se encuentra implementar una Academia Solar Europea para formar a 100.000 trabajadores de aquí a finales de 2025, dedicar financiación pública a programas de formación para mejorar y reciclar las habilidades de los trabajadores de la cadena de valor fotovoltaica, o la creación de un ‘Pasaporte Fotovoltaico’ para mejorar la transparencia y trazabilidad de los productos fotovoltaicos europeos.
La ESIA también recomienda implementar estándares estrictos de sostenibilidad a través de requisitos de ecodiseño, lo que permitirá a la UE descartar los productos más nocivos, reducir la huella de carbono y de materiales de la cadena de valor fotovoltaica a nivel mundial y mantener la confianza de los consumidores finales en la cadena de suministro fotovoltaica. Asimismo, sugiere definir e implementar criterios ambiciosos de sostenibilidad y resiliencia en la contratación pública y las subastas en línea con la Ley de Industria Net-Zero, entre otras medidas.
Industria fotovoltaica europea
Los costes de producción de la industria solar fotovoltaica europea son entre 1,5 y 2,3 veces superiores a los de China, según los cálculos de la entidad europea. En este contexto, según la ESIA, la industria fotovoltaica europea necesitaría entre 18.000 y 24.000 millones de euros en apoyo a la inversión y un respaldo anual de 4.000 a 6.000 millones de euros para costes operativos para alcanzar el objetivo de 30 GW de capacidad de fabricación fotovoltaica en la UE para 2030.
Por ello, la alianza europea ha propuesto diez acciones para apoyar la relocalización de la industria dirigidas a aumentar el apoyo a la producción fotovoltaica europea. Estas acciones concretas buscan cerrar la brecha de costes y permitir que los fabricantes europeos puedan ser competitivos frente a los actores no-europeos.