El robot Antecursor II es capaz de gestionar de manera remota y sostenible las plantas fotovoltaicas. Se está probando en la planta solar Villarino, en Salamanca, que ya opera a pleno rendimiento. Permite la realización de inspecciones de la infraestructura fotovoltaica, sin requerir de la intervención de ningún operador humano.
La compañía Iberdrola y Arbórea Intellbird, la tecnológica española creadora de Aracnocóptero y Antecursor I, trabajan en la planta solar Villarino con este robot que opera de forma autónoma en cualquier lugar gracias a la cobertura satelital de la red Starlink, y lo hace funcionando únicamente con energía eléctrica renovable.
Arbórea Intellbird, impulsada a través del programa de start-ups de Iberdrola Perseo, ha desarrollado esta nueva plataforma para inspección autónoma de plantas solares. La nueva plataforma permite generar un proceso de inspección en busca de anomalías térmicas, no solo en la parte superior de los paneles, como realizan los drones, sino también, en el caso del Antecursor II, simultáneamente en todas sus estructuras inferiores, tales como presillas, portafusibles, grapas o cableado, que escapan a la vista aérea.
Sensores termográficos de alta resolución e IA
La autonomía de inspección del robot se sitúa por encima de las 30 horas. Esto permite la realización de inspecciones de la infraestructura fotovoltaica, sin requerir de la intervención de un operador humano.
Lo consigue gracias a un juego de sensores termográficos de alta resolución que toman continuamente miles de mediciones de la instalación cada segundo. Esta gran masa de datos digitales es procesada a bordo mediante un proceso de IA patentado también por Arbórea, basado en una combinación de hardware y software inteligente desarrollado por la empresa.
El sistema detecta anomalías, las evalúa en función de las condiciones de la planta y reporta una identificación temprana de posibles puntos calientes, todo ello en tiempo real. El resultado es que los técnicos de la empresa propietaria de la instalación reciben en sus teléfonos móviles un correo con la alerta, la posición de la anomalía y una termografía con los valores de referencia.
Monitorización remota continua
El robot recorre la instalación de forma continua y regular monitorizando el correcto funcionamiento de los paneles y el circuito eléctrico, procesando abordo la información, detectando anomalías y reportando cualquier valor que pudiera suponer un deterioro de los elementos de forma automática.
El monitorizado remoto continuo de las constantes vitales del robot permite detectar cualquier irregularidad de manera temprana y mantener continuamente actualizados todos los sistemas. Además, Antecursor II lleva integrado un sistema de desbroce de la vegetación fabricado en base a materiales aeronáuticos para generar un fino triturado de la vegetación, de forma limpia y silenciosa.