La Diputación de Granada pone en marcha la Oficina de Transformación Comunitaria Eco Granada para promocionar y dinamizar la constitución de comunidades energéticas en la provincia. La iniciativa ha sido una de las 79 propuestas nacionales y las siete iniciativas andaluzas seleccionadas de entre más de 200 presentadas, para recibir una ayuda financiada por la Unión Europea con fondos Next Generation, concedida por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, a través del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE). El presupuesto es de 800.000 euros, financiado mediante una subvención que cubre el 70% del proyecto y una aportación del 30% restante de la Diputación de Granada.
Esta oficina ofrecerá, hasta finales del 2025, asesoramiento gratuito a cualquier iniciativa ciudadana, pública o privada, que esté interesada en conformar una comunidad energética en la provincia. La oficina Eco Granada ya ofrece los servicios gratuitos de difusión del conocimiento de las comunidades energéticas y asesoramiento a través de teléfono, email o formularios, sobre las comunidades energéticas. Puede consultarse toda la información a través de la sede virtual de la oficina.
Posteriormente, se ofrecerá también el servicio de acompañamiento a iniciativas que estén formándose para llevar a buen puerto sus proyectos, y llevará a cabo jornadas y cursos presenciales en las diferentes comarcas de la provincia.
Transición energética en los pequeños municipios de Granada
Los servicios de asesoramiento de la Oficina de Transformación Comunitaria Eco Granada cubren todos los ámbitos necesarios para conformar una comunidad energética, aspectos administrativos y jurídicos, viabilidad económica, aspectos sociales para crear los grupos motores y promover la adhesión de nuevas personas/entidades asociadas, o los detalles técnicos de los proyectos renovables a desarrollar.
Con esta medida, la institución provincial busca poner el foco en el ámbito local y servir de apoyo adicional a los pequeños municipios en su transición energética. Así, se pone la capacidad de actuación de las entidades locales al servicio de comunidades que generen mejoras ambientales y sociales en su entorno, además de ahorro energético y actividad económica.