El nuevo informe Electricidad 2024 de la Agencia Internacional de la Energía (IEA, por sus siglas en inglés) señala que la generación récord de electricidad a partir de fuentes de bajas emisiones, incluidas las energías renovables como la solar, la eólica y la hidroeléctrica, debería reducir el papel de los combustibles fósiles en el suministro de energía a hogares y empresas. Se prevé que las energías renovables representen más de un tercio de la generación total de electricidad a principios de 2025, superando al carbón.
Aunque el sector energético produce actualmente más emisiones de CO2 que cualquier otro, el rápido crecimiento de las energías renovables esté en camino de igualar todo el aumento de la demanda mundial de electricidad en los próximos tres años. Esto se debe en gran medida, según señalan, al enorme impulso que hay detrás de las energías renovables, con una energía solar cada vez más barata a la cabeza.
El informe Electricidad 2024 también pronostica que para 2025 la generación de energía nuclear alcanzará un máximo histórico a nivel mundial a medida que aumente la producción de Francia, varias plantas en Japón vuelvan a funcionar y los nuevos reactores comiencen a operar comercialmente en muchos mercados, incluidos China, India, Corea y Europa.
Cuando la proporción de combustibles fósiles en la generación mundial caiga por debajo del 60%, será la primera vez que se sitúe por debajo de este umbral en los registros de la Agencia Internacional de la Energía que se remontan a hace más de cinco décadas.
Auge de las energías renovables en la demanda eléctrica
El informe concluye que el aumento de la generación de electricidad a partir de energías renovables y nuclear parece estar empujando las emisiones del sector energético a un declive estructural. Se espera que las emisiones mundiales procedentes de la generación de electricidad disminuyan un 2,4% en 2024, seguidas de descensos menores en 2025 y 2026.
Por otro lado, el informe prevé que la demanda mundial de electricidad crezca a un ritmo más rápido en los próximos tres años a medida que la transición a la energía limpia se acelere, y se prevé que toda la demanda adicional sea cubierta por tecnologías que producen electricidad de bajas emisiones. Se espera que las fuentes de bajas emisiones representen casi la mitad de la generación mundial de electricidad para 2026, frente a una participación de poco menos del 40% en 2023.