El proyecto Lightness nació con el propósito de impulsar el desarrollo de comunidades energéticas en Europa, en línea con la consecución de los objetivos climáticos de la UE para 2030. Para ello, Lightness ha desarrollado seis proyectos piloto en Breslavia (Polonia), Woerden y Badhoevedorp (Países Bajos), Chambéry (Francia), Cagliari (Italia), Alginet y Manzanares el Real (España). Lightness ha contado con la participación de más de 500 hogares y más de una treintena de edificios terciarios, y los investigadores calculan que el potencial de replicación asciende a más de 70.000 personas.
La empresa española R2M Solution coordina el proyecto, en el que colaboran otras entidades españolas como Traza Territorio, el Instituto de Investigación en Energía de Cataluña (IREC), y la Unión de Cooperativas de personas consumidoras y usuarias de energías renovables. En total, participan 15 entidades de 8 países diferentes.
El proyecto Lightness se inició en diciembre de 2020 y ha tenido una duración de tres años. El coste total de la iniciativa ha sido de 2.924.250 euros, financiado por el programa europeo Horizon 2020.
Con el fin de evaluar todas las características y servicios de la iniciativa Lightness, los proyectos piloto se realizaron en cinco países que cuentan con diferentes marcos jurídicos y de mercado, una utilización diferente de las renovables, zonas climáticas dispares, una variada conciencia ambiental de los ciudadanos y distintos incentivos disponibles.
Objetivos de Lightness
El proyecto Lightness tiene como objetivo capacitar a los ciudadanos para que generen, compartan y vendan energía renovable y, de este modo, contribuyan a que el sector energético europeo sea más sostenible y democrático.
Las comunidades energéticas facilitan que sus miembros desempeñen un papel activo en la transición energética y disfruten de beneficios económicos, sociales y ambientales. Para impulsarlas, Lightness llevó a cabo tareas de análisis de las necesidades y oportunidades de cada contexto para involucrar a los usuarios finales, profesionales y responsables políticos.
Además, facilitó procesos de participación local y apoyo a los ciudadanos para que generen e intercambien energía renovable por sí mismos, y les proporcionó dispositivos y herramientas de monitorización para reducir el consumo de energía y CO2.
Por último, se elaboraron recomendaciones de políticas y directrices para los gobiernos en base a los resultados de los proyectos piloto, con la esperanza de que sirvan como modelo a seguir en futuras comunidades energéticas europeas.
Comunidades energéticas en Alginet y Manzanares el Real
En territorio español se desarrollaron dos de los proyectos piloto de Lightness. En primer lugar, el pueblo valenciano de Alginet, con una población de 13.000 habitantes, posee una cooperativa eléctrica creada en 1930, en torno a la cual se realizó el proyecto piloto, que alcanzó entre 15 y 30 edificios, con 5.700 participantes.
La iniciativa Lightness favoreció la creación de la comunidad energética local Colmena. Los objetivos de esta comunidad energética son conseguir un ahorro en la factura energética, una mayor concienciación medioambiental, y una mayor estabilidad y mayor confianza de sus socios.
Para alcanzar estos objetivos desarrollaron un plan estratégico que busca fomentar el empoderamiento de los miembros de la comunidad energética. Además, buscan la instalación de tres plantas fotovoltaicas: una planta de 100 kWp ya en operación, una planta de 0,75 MWp previstos para 2024 y una planta de 4 MWp prorrogable hasta 8 kWp en los próximos cinco años.
Asimismo, Colmena impulsa la colaboración con las entidades locales en el arrendamiento de cubiertas de edificios públicos, y esperan mejorar la eficiencia energética del municipio en un 20%.
El segundo proyecto piloto llevado a cabo en España se sitúa en Manzanares el Real. En el municipio, la iniciativa ManzaEnergía, iniciada en marzo de 2022, permitió la creación de una oficina de energía para asesorar a los ciudadanos en materia energética, el programa Manza 50/50 para la concienciación energética en el único colegio público del municipio, y la comunidad energética del barrio.
Con el objetivo de ampliar esta comunidad energética a través de diferentes fases, aprovechar los excedentes de energía o usar cuadros de mando para incentivar el consumo responsable de electricidad, entre otros objetivos, Lightness involucró a 5 edificios públicos de la localidad, 15 familias desfavorecidas y 30 miembros de la asociación de la energía.
En el verano de 2022, el Ayuntamiento financió una instalación de placas fotovoltaicas en la cubierta del polideportivo municipal, que supone una potencia total instalada de 98,64 kWp. La energía que genera abastece al polideportivo, al colegio público y a las familias en situación de pobreza energética. Además, se instaló una batería de 46 kWh para el exceso de electricidad.
Otros proyectos piloto
En el caso de Polonia, el piloto se llevó a cabo en Breslavia. En Polonia, existen dos tipos de asociaciones de vivienda: Spółdzielnia mieszkaniowa (cooperativa de vivienda) y Wspólnota mieszkaniowa (comunidad de viviendas), que pueden gestionar comunidades de edificios. Este estudio de caso se centró en el primer tipo.
La principal barrera a la que se enfrentó la iniciativa europea es que el marco jurídico de la Spółdzielnia mieszkaniowa solo permite que unos pocos miembros tomen decisiones sobre la gestión de las instalaciones, la infraestructura y el mantenimiento de las respectivas instalaciones. Además, la legislación polaca actual no permite que la energía fotovoltaica sea consumida por los habitantes del edificio, sino que debe revenderse al distribuidor o utilizarse solo para el consumo en las zonas comunes.
Para llevar a cabo el piloto, se seleccionaron dos ubicaciones y dos bloques de apartamentos en una de las comunidades más grandes, Spółdzielnia-Południe, por su potencial para crear dos grandes comunidades energéticas. El tamaño total de Spółdzielnia-Południe es de 102 manzanas, 11.000 apartamentos y aproximadamente 30.000 habitantes. Se completaron instalaciones solares en 35 bloques.
En Países Bajos, se combinaron dos sitios piloto en Woerden y Badhoevedorp, lo que permitió proporcionar mayores economías de escala, ofrecer una variedad en los aprendizajes del proyecto y permitir el desarrollo de estrategias de formación de múltiples comunidades.
El piloto holandés se encontró con importantes escollos como el sistema actual de incentivos nacional basado en un sistema de medición neta, que representa un obstáculo para las comunidades energéticas ya que hace inútil la principal ventaja de una comunidad energética, es decir, maximizar el autoconsumo.
En el caso del piloto francés, se situó en Savoie Technolac, un parque empresarial situado en el sureste de Francia, en la región de Auvernia-Ródano-Alpes. Desde su creación, el parque está orientado a la eficiencia energética y a las tecnologías solares para edificios.
El piloto francés involucró a 10 edificios, y dado que ya existía una voluntad y concienciación por parte de las partes involucradas, el objetivo de Lightness en esta zona era impulsar aún más el desarrollo de esta comunidad energética y promover el apoyo político.
Por último, el piloto italiano se realizó en el condominio Via Bolzano 4, un edificio construido en 1966 con ocho apartamentos de cuatro habitaciones y 85 m². Contaba con la calificación energética más baja posible, y sistemas de calefacción individuales sin sistemas de monitoreo o control de energía.
Lightness aprovechó las relaciones sólidas entre los vecinos del bloque para reacondicionar el inmueble y convertirlo en un smart building. Para ello, se creó una comunidad energética conformada por los vecinos del edificio, se instaló un sistema solar de 20 kWp en una azotea, se realizó un cambio de contrato de suministro de energía a AXPO con nuevas opciones contractuales y flexibilidad, se empezó a gestionar la energía habilitada por blockchain y se realizó análisis en tiempo real para proporcionar datos de consumo a los prosumidores.
Comunidades energéticas europeas
Los investigadores del proyecto Lightness han analizado el potencial de desarrollo de las comunidades energéticas en diferentes países, ateniéndose a las normativas y regulaciones vigentes en cada caso para poder replicar estos proyectos en una gran variedad de coyunturas sociales y legislativas diferentes. También han realizado tareas de formación y concienciación para acercar las energías renovables a la ciudadanía de múltiples contextos.
Los investigadores confían en que las conclusiones emitidas en base a los seis proyectos piloto de la iniciativa sean de utilidad para el diseño de políticas y programas de desarrollo de comunidades energéticas en Europa, pues son una fórmula de especial importancia para fomentar la transición energética y alcanzar los objetivos de neutralidad climática para 2030 de la UE.