A pesar de la creencia de que la reforestación es una de las acciones más beneficiosas para luchar contra la crisis climática, el Instituto Weizmann de Israel ha publicado un estudio que demuestra que las zonas áridas se pueden ver mucho más beneficiadas en la lucha contra la crisis climática mediante la instalación de granjas solares que con la plantación de bosques.
Bajo esta premisa, los investigadores del Instituto Weizmann realizaron mediciones exhaustivas del flujo de energía intercambiado entre el suelo y la atmósfera durante las diferentes estaciones del año en el campo solar de la zona árida de Aravá (Israel).
Las mediciones se realizaron, tanto en la zona árida sin paneles de la localización como dentro del propio parque solar, con una estación de medición móvil diseñada especialmente por dos de los investigadores de este estudio. Finalmente, compararon sus resultados con los datos que habían recopilado durante los últimos 20 años en el bosque de Yatir, el más grande de los bosques plantados en Israel.
Resultados del estudio de granjas solares
Los investigadores descubrieron que el efecto albedo de ambos era similar, pero la absorción o prevención de emisiones de CO2 era muy diferente, favoreciendo a la granja solar. Descubrieron que se necesitan dos años y medio para que el calor emitido por las granjas solares compense las emisiones de carbono que se evitan gracias a la energía que generan. Sin embargo, en el caso de un bosque de tamaño similar, se necesitarían más de 100 años de fotosíntesis para compensar su efecto de calentamiento. Por tanto, en zonas áridas, construir una granja solar es 100 veces más eficaz para reducir las emisiones de dióxido de carbono que plantar un bosque de tamaño similar.
Este estudio, publicado en PNAS Nexus, fue dirigido por el Dr. Rafael Stern, Dr. Jonathan Muller, y Dr. Eyal Rotenberg del laboratorio del Prof. Dan Yakir en el Departamento de Ciencias Planetarias y de la Tierra del Instituto Weizmann de Ciencias. Del estudio también son coautores, Madi Amer, también del laboratorio del profesor Yakir, y el Dr. Lior Segev del Departamento de Instalaciones Centrales de Física de Weizmann.