La solar fotovoltaica puede ser la principal fuente de energía antes de 2050, según un estudio

La solar fotovoltaica será la principal fuente de energía antes de 2050, según un estudio

La Universidad de Exeter y la University College de Londres han dirigido el nuevo estudio titulado ‘El impulso de la transición hacia la energía solar’, que concluye que es probable que la energía solar fotovoltaica se convierta en la principal fuente de energía antes de 2050, incluso sin el apoyo de políticas climáticas más ambiciosas. Sin embargo, también advierte de los desafíos que podrían obstaculizar este proceso.

El estudio ‘El impulso de la transición hacia la energía solar’ refleja que la energía solar fotovoltaica encabezará el mix energético mundial antes de 2050 y recopila los principales obstáculos para esta transición.

El estudio ‘El impulso de la transición hacia la energía solar’, cimentado en un modelo de tecnología y economía basado en datos, forma parte del proyecto Economía de la Innovación Energética y la Transición de Sistemas, financiado por el Departamento para la Seguridad Energética y Cero Emisiones Netas del Gobierno de Reino Unido y la Fundación del Fondo de Inversión para Niños.

El documento señala que, en el contexto actual de avance de las energías renovables, las proyecciones dominadas por los combustibles fósiles ya no son realistas. En concreto, el mundo está experimentando rápidas innovaciones en tecnología solar. Utilizando tres modelos que rastrean las reacciones positivas, pronostica que la energía solar fotovoltaica encabezará el mix energético mundial a mediados de siglo.

De la misma manera, la investigación enumera las principales barreras y apunta que las políticas pueden ser más efectivas para acelerar la transición energética que instrumentos como los impuestos al carbono.

Obstáculos para la energía solar

Uno de los obstáculos que indica el estudio es la resiliencia de la red eléctrica. La generación solar es variable (día/noche, estación, clima, etc.), por lo que las redes eléctricas deben diseñarse para abordar este desafío. Los métodos para generar resiliencia incluyen inversiones en otras energías renovables, cables de transmisión que unan diferentes regiones, un amplio almacenamiento de electricidad y políticas para gestionar la demanda. Las ayudas públicas y la financiación para I+D son esenciales en las primeras etapas de la creación de una red resiliente.

Actualmente, la financiación está muy concentrada en países con ingresos altos, lo que deja a los Estados con los ingresos más bajos, como los de África, con una financiación solar deficiente a pesar del enorme potencial de inversión.

Otra barrera es la capacidad de las cadenas de suministro. La demanda futura de metales y minerales críticos aumentará, entre otras cosas, debido a la electrificación y las baterías, que requieren una serie de materias primas a gran escala. A medida que los países aceleran sus esfuerzos de descarbonización, las tecnologías representarán el 40% de la demanda mineral total de cobre y tierras raras, entre el 60% y el 70% de níquel y cobalto, y casi el 90% de litio para 2040.

Por último, el estudio hace referencia a la resistencia de los representantes políticos de las regiones que pierden empleos con motivo de la transición hacia la energía solar. En este sentido, las políticas regionales de desarrollo económico e industrial pueden resolver la desigualdad y mitigar los riesgos que plantea la resistencia de las industrias dependientes de los combustibles fósiles.

 
 
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