Con el objetivo de hacer rentable la actividad agraria, la Cooperativa Energética de Artá promueve la creación de una comunidad energética de fórmula cooperativa. La intención es que entre en funcionamiento a lo largo de 2024, con cinco instalaciones en fincas próximas a la zona urbana de Artá (Mallorca). La inversión inicial prevista es de 1,4 millones de euros con una capacidad de generación de 1 millón de kWh al año, suficientes para abastecer a 300 viviendas.
La Cooperativa de Artá, entidad socia de Cooperativas Agroalimentarias de las Islas Baleares, promueve las energías renovables alineadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Autoconsumos compartidos de 100 kW
El desarrollo de esta comunidad energética de autoconsumos compartidos de 100 kW consiste en instalar placas solares en altura, en unos 2,05 metros o 2,20 metros para que pueda transitar un tractor por debajo. Se podrán cultivar olivos, almendros o algarrobos que irán rodeando toda la instalación fotovoltaica y entre las placas se pondrán cultivos hortícolas que convengan al terreno.
Las cinco instalaciones estarán dentro de Artà, en fincas próximas de la zona urbana, ya que la legislación establece que las parcelas tienen que estar a menos de dos kilómetros del pueblo y se tienen que poder conectar a la red eléctrica.
La segunda fase, ya en el año 2025, significará crecer hacia la Colonia de Sant Pere incorporando más explotaciones en desuso, con una inversión de 2,8 millones de euros para generar unos 2.000.000 de kWh anuales (alrededor de 600 viviendas más).
Los vecinos de Artá se pueden poner en contacto con la comunidad energética de Artá para consumir energía generada por este procedimiento y tener un impacto positivo en sus facturas energéticas. Los socios consumidores pagarán una cuota y tendrán acceso, a través de la cooperativa, a una parte de la energía que produzcan estas instalaciones fotovoltaicas, en función de su consumo.