En los últimos meses, Pamplona ha dado un fuerte impulso a las comunidades energéticas. Actualmente ya son cuatro los barrios de la ciudad que están analizando los beneficios de esta alternativa de generación y consumo energético. Se trata de Mendillorri, Rochapea, Ermitagaña-Mendebaldea y Milagrosa-Arrosadía. La comunidad Kemendi, de Mendillorri, es la más avanzada hasta ahora, cuenta con 114 socios (particulares y empresas) que este jueves 29 de junio celebran su primera asamblea general.
El resto de comunidades energéticas se encuentran en distinto nivel de desarrollo, pero todas muestran un creciente interés entre el vecindario. Esta alternativa permitirá a los vecinos participar en instalaciones de autoconsumo colectivo situadas en su propio barrio, con la consiguiente reducción de sus facturas energéticas, y contribuir en las inversiones y sus retornos a través de financiación colectiva (crowfdunding).
Cesión de instalaciones fotovoltaicas y de cubiertas
El Ayuntamiento de Pamplona tiene prevista la cesión de instalaciones fotovoltaicas y de cubiertas para la ejecución de nuevas instalaciones por las comunidades en los diferentes barrios de la ciudad.
El consistorio ha cedido a la comunidad energética Kemendi la instalación fotovoltaica municipal construida en el colegio público El Lago de Mendillorri – Mendigoiti, así como la utilización de la cubierta del colegio público Elorri para que puedan construir su propia instalación.
Por otro lado, tras un proceso que arrancó en noviembre de 2022, el pasado 15 de junio se presentó al vecindario del barrio de Rochapea la recién constituida comunidad energética Arrotxa-E. Esta comunidad puede participar en la instalación fotovoltaica del aparcamiento solar de Cardenal de Ilundain, que se encuentra en fase de ejecución; o la instalación fotovoltaica de las viviendas de San Pedro, por ejemplo.
El barrio cuenta con una oficina de información energética en el Museo de Educación Ambiental, dentro del proyecto europeo oPEN Lab, para asesorar a la ciudadanía sobre consumo energético.
Por su parte, la comunidad energética de Ermitagaña-Mendebaldea se encuentra en una fase todavía más incipiente, en torno a la instalación fotovoltaica del colegio José María Iribarren. En los últimos meses se han realizado cuatro sesiones formativas a las personas interesadas del barrio y se ha creado un grupo motor, que analice las mejores alternativas para la constitución de la comunidad.
Finalmente, la comunidad de Milagrosa-Arrosadía está aún pendiente del inicio del proceso participativo, previsto para fin de año.