El Cabildo de Tenerife finalizará en septiembre la primera fase del plan para la instalación de placas fotovoltaicas en las balsas de la isla. Esta primera fase permitirá producir 1.037.435 kWh y supondrá un ahorro anual de 400 toneladas de CO2.
A través de la empresa pública Balsas de Tenerife (Balten), el Cabildo de Tenerife concluirá a finales de septiembre la primera fase del Plan de Reequilibrio Energético 2022-2030, un proyecto destinado a la implantación de energías renovables en las balsas de la isla.
El Plan de Reequilibrio Energético 2022-2030 contempla un presupuesto global de 7,7 millones de euros. Esta primera fase, iniciada en 2021 con una dotación cercana al millón de euros, comprende la instalación de generadores fotovoltaicos en cuatro de las instalaciones de Balten con mayor consumo.
El consejero insular de Agricultura, Ganadería y Pesca en funciones, Javier Parrilla, recuerda que la producción de agua desalinizada lleva aparejada un considerable coste energético. De hecho, el suministro eléctrico representa más del 30% de los costes de explotación de Balten, de ahí la importancia de impulsar las energías renovables en los depósitos y balsas de la isla.
En la actualidad, el Cabildo ha concluido la instalación fotovoltaica de la Estación de Bombeo de Santa Cruz y del depósito de El Tablero, también ubicado en la capital tinerfeña. Y se prevé que antes de finales de septiembre haya finalizado la instalación de los complejos hidráulicos de Valle San Lorenzo e Isla Baja.
Segunda fase del Plan de Reequilibrio Energético 2022-2030
La segunda fase del plan, dotado con cerca de medio millón de euros, estará más enfocada a la inversión en estudios, proyectos técnicos e intervenciones de mejora de los cuadros eléctricos e instalaciones existentes.
Además, se contempla la puesta en marcha del proyecto piloto para la instalación de un sistema de placas solares flotantes en la balsa de San Antonio, en La Matanza. Una iniciativa que permitirá comparar los rendimientos de estas instalaciones frente a las terrestres, a fin de escoger la opción más eficiente, que será la que se replicará en el resto de balsas de la isla.
La planta fotovoltaica flotante generará anualmente unos 160.000 kWh, con un ahorro de emisiones de 124 toneladas.