El proyecto Solarflex, impulsado por el centro tecnológico Aimplas, persigue el impulso de celdas solares de polímeros flexibles OPVs en substratos de bajo impacto ambiental como bioPET y rPET. Así, Solarflex permitirá evitar la dependencia de otras materias primas y de terceros países. Para hacerlo posible, las celdas están libres de ITO (óxido de indio y estaño), un metal caro, raro y escaso, por lo que se buscan materiales alternativos para disminuir el coste de la celda solar.
A través de este proyecto, el instituto Aimplas está trabajando en el desarrollo de una nueva generación de celdas solares fotovoltaicas más económicas, flexibles, de mayor tamaño, menos contaminantes y hechas con materiales orgánicos, que puedan sustituir a las de silicio.
El objetivo del proyecto, financiado por el Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (Ivace) y la Unión Europea, es reducir los costes de producción y, al mismo tiempo, poner en marcha la responsabilidad social y medioambiental.
Para el desarrollo de este trabajo se cuenta con la colaboración de las empresas Bornay, ClearPet, Applynano Solutions, Itera, Sinfiny y Forvia.
Nueva generación de celdas solares fotovoltaicas
El proyecto Solarflex supone el desarrollo de nuevas celdas solares cuya fabricación mediante tecnologías de impresión convencional implica una reducción importante del coste de producción y una comercialización a gran escala, según la investigadora en Ingeniería en Aimplas, Susana Otero.
De esta manera, se consigue que la industria pueda reducir su dependencia energética de fuentes no renovables e impactar de manera positiva en la economía.
El proyecto cuenta con la financiación del Ivace a través de los fondos FEDER de la UE, dentro del Programa Operativo FEDER de la Comunitat Valenciana 2021-2027. Estas ayudas están dirigidas a centros tecnológicos de la Comunitat Valenciana para el desarrollo de proyectos de I+D de carácter no económico realizados en cooperación con empresas para el ejercicio 2022.