El informe ‘Energy Technology Perspectives 2023’, de la Agencia Internacional de la Energía (IEA, por sus siglas en inglés), analiza la fabricación mundial de tecnologías de energía limpia en la actualidad, como paneles solares, turbinas eólicas, baterías de vehículos eléctricos, electrolizadores para hidrógeno y bombas de calor, y sus cadenas de suministro en todo el mundo. El documento, que identifica las oportunidades y riesgos, indica que el mercado mundial de la fabricación de tecnologías clave de energía limpia tendrá un valor de alrededor de 650.000 millones de dólares americanos al año para 2030, más del triple del nivel actual, si los países de todo el mundo implementan sus promesas energéticas y climáticas anunciadas.
La publicación ‘Energy Technology Perspectives 2023’ también muestra una hoja de ruta de cómo es probable que evolucionará la fabricación mundial de tecnologías de energía limpia a medida que avance la transición energética en los próximos años. Si se llevan a cabo las medidas previstas, según el informe, los puestos de trabajo relacionados con la fabricación de energía limpia se duplicarían con creces, de los 6 millones actuales a casi 14 millones para 2030, y se prevé un crecimiento industrial y laboral más rápido en las próximas décadas a medida que avanza la transición energética.
Cadenas de suministro
La fabricación de tecnología de energía limpia está creando importantes mercados nuevos y millones de puestos de trabajo, pero también plantea nuevos riesgos. Las cadenas de suministro actuales presentan riesgos en forma de altas concentraciones geográficas de extracción y procesamiento de recursos, así como de fabricación de tecnología.
Para tecnologías como paneles solares, energía eólica, baterías de vehículos eléctricos, electrolizadores y bombas de calor, los tres mayores países productores representan al menos el 70% de la capacidad de fabricación para cada tecnología, siendo China el país dominante.
Además, el informe advierte que el mundo ya está viendo los riesgos de las cadenas de suministro ajustadas, que han provocado que suban los precios de la tecnología de energía limpia en los últimos años, haciendo que la transición energética de los países sea más difícil y costosa. Por ejemplo, el coste de las turbinas eólicas fuera de China ha aumentado después de años de caídas, y se pueden observar tendencias similares para la energía solar fotovoltaica.
Políticas para impulsar los proyectos de energía limpia
El informe señala que las principales economías están actuando para combinar sus políticas climáticas, de seguridad energética e industriales en estrategias más amplias para sus economías. En este escenario, los desarrolladores e inversores de proyectos de energía limpia están atentos a las políticas que pueden aportarles una ventaja competitiva.
Los plazos de entrega relativamente cortos de alrededor de 1 a 3 años en promedio para poner en línea las instalaciones de fabricación significan que la cartera de proyectos puede expandirse rápidamente en un entorno propicio para la inversión. No obstante, según el informe, solo el 25% de los proyectos de fabricación anunciados a nivel mundial para energía solar fotovoltaica están en construcción o comienzan a construirse de manera inminente. El número es de alrededor del 35% para las baterías de vehículos eléctricos y menos del 10% para los electrolizadores. El informe de la IEA subraya que las políticas gubernamentales y los desarrollos del mercado pueden tener un efecto significativo en el destino del resto de estos proyectos.