El aparcamiento público de la Subida de Mata en Las Palmas de Gran Canaria cuenta con una nueva instalación de placas fotovoltaicas que abastecerán de energía limpia a esta instalación gestionada por la Sociedad Municipal de Aparcamientos (Sagulpa). Gracias a esta actuación, el 54,10% de la demanda anual registrada en este aparcamiento quedará cubierta por energía limpia, dejándose de emitir un total de 12.331 kg de CO2 a la atmósfera.
La infraestructura de placas solares con la que se ha equipado al aparcamiento de la Subida de Mata es la primera de las diferentes actuaciones previstas para los próximos meses en los aparcamientos públicos gestionados por Sagulpa, que se añadirían a las ya existentes en las instalaciones de Sanapú y Metropol.
Tecnología fotovoltaica de generación eléctrica para autoconsumo
Se ha instalado una cubierta de tecnología fotovoltaica de generación eléctrica para autoconsumo con vertido de excedente a red en la caseta de control del operario de aparcamiento, con lo que se minimiza la demanda energética de la red eléctrica en favor de la generación de energía renovable, consiguiendo así reducir la huella de carbono de la empresa municipal.
La nueva planta fotovoltaica instalada es de 10 kW y está compuesta por 24 módulos fotovoltaicos de 450 kw cada uno que generarán 14.520,81 kw/h anuales, equivalente a 1.452 horas.
En este aparcamiento el consumo energético del último año ha ascendido a 27.497 kWh, con una media de 75,33 kWh diarios. La media mensual se ha situado en torno a 2.416 kWh, siendo marzo el mes de mayor consumo con 2.624 kWh y mayo el de menor con 1.066 kWh.
Minimización del impacto ambiental
Este nuevo sistema de aprovechamiento de energía renovable ha tenido un coste total de 22.105 euros, para el que Sagulpa ha solicitado una subvención de 5.526,25 euros, lo que representaría el 25% del gasto, con cargo a las ayudas que concede el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) destinadas a instalaciones de autoconsumo con o sin almacenamiento.
Se trata de un nuevo paso de la empresa municipal por optimizar sus consumos de acuerdo a su política energética y código ético, desde los que se promueve la reducción de consumo de recursos y la minimización del impacto ambiental de los servicios que presta y el conjunto de su actividad.