Un nuevo estudio de la Universidad George Washington (GWU) ha calculado que la cadena de suministro globalizada ahorró a los países 67.000 millones de dólares en costes de producción de paneles solares. La investigación también encontró que si se implementan fuertes políticas nacionalistas que limitan el libre flujo de bienes, talento y capital en el futuro, los costes serán mucho más altos para 2030.
El estudio llega en un momento en que muchos países han introducido políticas que nacionalizarían las cadenas de suministro de energía renovable en un intento por beneficiar a los fabricantes locales. Medidas como la imposición de aranceles a la importación podrían complicar los esfuerzos para acelerar el despliegue de energías renovables al aumentar los costes de producción.
Un ahorro total de 67.000 millones de dólares
El equipo de investigación analizó las capacidades instaladas históricamente, así como los datos de precios de venta y material de entrada para implementar módulos de paneles solares en los EE.UU., Alemania y China, los tres países con mayor implementación de energía solar, entre 2006 y 2020. La cadena de suministro ahorró a los países un total combinado de 67.000 millones de dólares: 24.000 millones en EE.UU., 7.000 millones en Alemania y 36.000 millones en China.
Si cada uno de los tres países hubiera adoptado fuertes políticas comerciales nacionalistas que limitaran el aprendizaje transfronterizo durante el mismo período de tiempo, los precios de los paneles solares en 2020 habrían sido un 107% más altos en EE.UU., un 83% en Alemania y un 54% en China.
Implicación de las políticas nacionalistas
Los investigadores también analizaron las implicaciones de políticas comerciales más proteccionistas en el futuro. Estiman que si se implementan fuertes políticas nacionalistas, los precios de los paneles solares serán aproximadamente un 20-25% más altos en cada país para 2030, en comparación con un futuro con cadenas de suministro globalizadas.
El estudio se basa en un artículo de 2019 publicado por Helveston en la revista Science, que abogó por una mayor colaboración con socios de fabricación fuertes como los de China para reducir rápidamente el costo de la energía solar y acelerar el despliegue de tecnologías de energía con bajas emisiones de carbono.