La compañía castellonense Valfortec ha conectado su primer parque fotovoltaico construido en las Islas Baleares. Camp d’En Bover, nombre del parque solar, está ubicado en la localidad de Santanyí (Mallorca) y ocupa una superficie de 3,6 hectáreas.
La instalación tiene una potencia instalada de 3,7 MW gracias a los 8.216 módulos fotovoltaicos de la firma Benyondsun. Estos funcionarán conjuntamente con 17 inversores de string del fabricante ABB-Fimer. A pleno rendimiento, esta infraestructura renovable será capaz de generar una energía anual de 5.686 MWh, lo suficiente como para abastecer de energía eléctrica respetuosa con el medio ambiente a más de 2.000 hogares de la población de Santanyí, de 12.000 habitantes.
Estrategia de sostenibilidad
Todo esto se ha conseguido ejecutando una estrategia de sostenibilidad que permitiese garantizar una compatibilidad total de la planta fotovoltaica con el entorno más inmediato. Es decir, se han respetado todos los aspectos medioambientales y paisajísticos autóctonos de la zona con el fin de preservarlos.
Por ejemplo, junto a todo el perímetro de la infraestructura se han plantado una gran cantidad de especies autóctonas de la zona como son el lentisco y el algarrobo. Ambas especies no solo servirán para integrar la planta fotovoltaica en el entorno (barrera vegetal natural), sino que también ayudarán a que aves típicas de la zona como la abubilla, la paloma torcaz o el cernícalo proliferen a tan solo unos pocos metros de los paneles, sin que estos interfieran de manera negativa.
Por otra parte, durante los trabajos de adecuación del terreno también se tuvieron en cuenta las especies existentes in situ. Así pues, algunas especies como higueras y almendros fueron trasplantadas vivas a las inmediaciones con el propósito de enriquecer el cinturón verde extendido perimetralmente.
Además, las propias características orográficas de la parcela (terreno prácticamente llano), junto a la ausencia de movimiento de tierras a la hora de realizar la obra civil, permitirán a las ovejas acceder a la parcela para que se encarguen de hacer un control natural del crecimiento de la vegetación coexistiendo con especies como la marta, el erizo o la comadreja. La existencia de la instalación Camp d’En Bover no supondrá, en ningún caso, una incompatibilidad a la hora de plantar nuevos cultivos en sus inmediaciones.