Guía para la elaboración de estudios de impacto ambiental de plantas solares fotovoltaicas

El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) ha publicado la ‘Guía para la elaboración de estudios de impacto ambiental de proyectos de plantas solares fotovoltaicas y sus infraestructuras de evacuación’, dirigida a promotores y consultores con el objeto de proporcionarles unos contenidos mínimos y una metodología para la elaboración de los estudios de impacto ambiental (EsIA).

Según un informe de la Comisión Europea, las comunidades faunísticas y las aves son las más perjudicadas por la pérdida y degradación de hábitats provocadas por las plantas solares fotovoltaicas.

El contenido de esta guía es de finalidad exclusivamente orientativa, derivado de la interpretación de la normativa, la práctica y la experiencia de la Subdirección General de Evaluación Ambiental, completada con las sugerencias de la Subdirección General de Medio Natural.

Impactos de los parques solares en el entorno

El nuevo modelo de generación eléctrica a través de fuentes de energía renovable, como la energía solar fotovoltaica generará innumerables ventajas para el medio ambiente, en especial en relación con el cambio climático, al evitar un incremento de las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera. Sin embargo, la instalación de nuevas plantas solares fotovoltaicas no está exenta de potenciales impactos sobre el medio ambiente y debe desarrollarse con sensibilidad hacia el medio receptor para que pueda ser ambientalmente sostenible de manera global.

Una de las principales preocupaciones del desarrollo de grandes instalaciones de energía solar fotovoltaica es la alta ocupación de suelo que requieren y los potenciales impactos sobre la biodiversidad que de ello se derivan. Dichos impactos deben ser minimizados mediante una adecuada evaluación de sus repercusiones sobre el medio ambiente y el establecimiento de adecuadas medidas de gestión.

De acuerdo con el informe de la Comisión Europea ‘Potential impacts of solar, geothermal and ocean energy on habitats and species protected under the birds and habitats directives’ (Lammerant, et al 2020), la pérdida y degradación de hábitats representa uno de los principales impactos de este tipo de instalaciones y afecta, principalmente, a las comunidades faunísticas y las aves son el grupo más afectado por esta pérdida.

La fragmentación del territorio y una reducción de la conectividad de los ecosistemas, la gran mortandad de avifauna producida por electrocución o colisión con las líneas aéreas de evacuación o el impacto paisajístico son algunos de estos efectos.

El informe de la Comisión Europea da, asimismo, una gran importancia a los impactos acumulativos y destaca el riesgo de que grandes desarrollos fotovoltaicos se agrupen en una zona. Mientras que cada central solar fotovoltaica puede suponer un riesgo pequeño para la biodiversidad de manera individual, la agrupación podría dar lugar efectos acumulativos significativos (BirdLife Europe, 2011).

En España, la experiencia adquirida en la Subdirección General de Evaluación Ambiental en los últimos años ha permitido identificar una serie de impactos potencialmente significativos que las grandes plantas solares fotovoltaicas suelen presentar de manera recurrente. Estos incluyen, además de los anteriormente mencionados, otros potenciales impactos como el aumento del riesgo de contaminación del suelo y el agua por derrames o vertidos en los procesos de obra y de explotación, sellado y compactación del suelo por la modificación de su estructura y composición, generación de fenómenos erosivos o el deterioro de la calidad del agua, entre muchos otros.

Coordinación entre promotores y consultores

De la experiencia en la evaluación de proyectos de esta índole, la Subdirección General de Evaluación Ambiental ha apreciado una serie de carencias que frecuentemente presentan los EsIA y que pueden surgir por la falta de coordinación entre promotores y consultores.

Esta coordinación y apoyo por parte del promotor es esencial para que los técnicos dispongan del tiempo y de los medios suficientes para poder llevar a cabo los estudios y trabajos de campo necesarios para el desarrollo de un buen documento.

La diferencia entre llevar a cabo una EsIA sin incidentes y tener que subsanar un expediente puede suponer un incremento de los plazos de 3 meses, como mínimo, a más de 6 meses.

Las recomendaciones técnicas de esta guía del Miteco desarrollan el contenido preceptivo de los EsIA, incluido en el artículo 35 y en el Anexo VI de la Ley 21/2013, de 9 de diciembre, de evaluación ambiental. Esto se ha completado con otros contenidos adicionales que se consideran esenciales, en base a la experiencia adquirida por la Subdirección General de Evaluación Ambiental durante la evaluación de impacto ambiental de plantas solares fotovoltaicas con una potencia igual o superior a 50 MW. No obstante, muchos de sus contenidos, adaptados a la escala adecuada, podrían servir como orientaciones para proyectos de potencia inferior.

 
 
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