El Cabildo de Tenerife, a través de Balsas de Tenerife (Balten), invertirá 1,5 millones de euros en proyectos para implementar energías renovables en las balsas de la isla, lo que contribuirá a reducir los costes energéticos y medioambientales, limitando las emisiones de CO2 a la atmósfera. Una de las iniciativas incluye la instalación de placas fotovoltaicas flotantes.
Estas actuaciones se enmarcan dentro del Plan de Reequilibrio Energético de Balten, que incluirá dos grandes actuaciones: un proyecto piloto para la instalación de placas flotantes en la balsa de San Antonio (La Matanza) y un proyecto para la implementación de placas fotovoltaicas, conectadas a la red de distribución, en ocho instalaciones de Balten, que permitirán generar una potencia final al año de 4.000 MWh.
La implementación de los sistemas fotovoltaicos se dividirá en dos fases. La primera se ejecutará en 2022, supondrá una inversión de 888.958 euros y un ahorro anual en energía estimado de 171.383 euros. Se llevarán a cabo en cuatro instalaciones gestionadas por Balten: el Complejo Hidráulico de Valle San Lorenzo, el Complejo Hidráulico Isla Baja, el depósito de El Tablero y la Estación de Bombeo Santa Cruz. Esta iniciativa contribuirá a reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera en 399.431 kilogramos.
Placas fotovoltaicas flotantes
La segunda fase se ejecutará en 2023, supondrá una inversión global de 495.000 euros y un ahorro anual en energía estimado de 93.650 euros. En este caso, el proyecto afectará a las balsas de San Antonio, La Cruz Santa y Llanos de Mesa.
En el proyecto piloto para la instalación de placas flotantes en la balsa de San Antonio, en La Matanza, se invertirán 160.000 euros. Las placas flotantes reducen la evaporación hasta un 33%, suponen un 10% más de generación energética y reducen la obra civil y de mantenimiento.