Investigadores de la Universidad de Jaén (UJA) desarrollan una metodología que evalúa con precisión la tecnología fotovoltaica semitransparente integrada en invernaderos agrícolas. Para ello, han trabajado con un innovador modelo de APV (sistemas agrivoltaicos) que permite combinar la actividad agrícola con la producción de energía fotovoltaica, compartiendo espacio y generando beneficios mutuos.
Según los responsables del proyecto ‘Evaluación energética global del potencial de la energía fotovoltaica para la agricultura de invernadero’, este trabajo se puede considerar como el primer estudio global sobre el rendimiento energético de los sistemas APV para aplicaciones agrícolas cerradas.
Beneficios
Se trata, en definitiva, de instalar modos fotovoltaicos encima de las plantas sin que ello comprometa la productividad de los cultivos. Las preguntas realizadas se han basado en qué porcentaje de fotovoltaica se puede instalar, dónde y cuáles son los beneficios que ofrece.
Entre los beneficios identificados, apuntan desde la regulación de la temperatura del suelo, que implica que se evapore menos agua, a una mayor protección del cultivo contra granizos y tormentas, o al aumento de la eficiencia del uso del suelo.
Otro de los beneficios que ha quedado demostrado es que los sistemas de APV pueden ayudar a reducir el efecto invernadero, lo que podría favorecer una disminución de la energía en los meses más cálidos; así como su contribución a aumentar la eficiencia hídrica en regiones áridas o semiáridas.
Modelo APV dual
Para llevar a cabo este estudio, han introducido un modelo de APV dual que se ha proyectado sobre cuatro localizaciones con una alta presencia de invernaderos -El Ejido (España), Pachino (Italia), Antalya (Turquía) y Vicente Guerrero (México)- y la selección de 15 cultivos de plantas de gran importancia desde el punto de vista socioeconómico.
Las conclusiones son representativas de lugares con una alta penetración de invernaderos y con condiciones favorables para la implantación de la tecnología fotovoltaica.
El estudio indica que se están desarrollando en todo el mundo diferentes proyectos demostrativos y técnicas de modelización para investigar diferentes tecnologías fotovoltaicas y configuraciones de sistemas que no comprometan la productividad de los cultivos para cada aplicación concreta.