El Área Metropolitana de Barcelona (AMB) aumentará la generación de energía solar durante los próximos dos años con 215 instalaciones fotovoltaicas repartidas entre los 36 municipios metropolitanos gracias a una inversión de 26 millones de euros. Se trata del Plan SolarMet, que multiplica por 14 la generación de energía renovable en la zona, con 146 cubiertas solares de edificios y equipamientos municipales, 44 fotolineras, 20 instalaciones metropolitanas y 5 pérgolas que sumarán más de 22 MWp, equivalente al consumo anual de 9.000 hogares. La inversión significará un ahorro económico de 2,7 millones de euros gracias al autoconsumo de la energía generada solo en el primer año.
El AMB apuesta con estas actuaciones por la transición energética de los municipios metropolitanos y les facilita el consumo de energía verde, local, 100% limpia y renovable. Se trata de una de las principales líneas de actuación que el AMB ha aprobado para alcanzar los compromisos en materia de energía y reducción de emisiones de gases de efecto invernadero recogidos en la Declaración de Emergencia Climática.
Por otro lado, el impulso del autoconsumo solar se financiará a partir de fondos europeos Feder, del Plan de Sostenibilidad Ambiental (PSA) y de los planes de inversión de las instalaciones del ciclo del agua y de tratamiento de residuos.
Reducir las emisiones de CO2
El Plan SolarMet evitará la emisión de 5.878 toneladas de CO2. Se prevé que esta inversión inicial pueda ampliarse en el futuro, a partir de la convocatoria de los fondos europeos Next Generation y con otras fórmulas de colaboración público-privada, que servirán para acelerar la transición energética de estos municipios.
Todas estas actuaciones en energía solar fotovoltaica se enmarcan en el Plan Clima y Energía 2030, que define una serie de objetivos en cuanto a la reducción de emisiones, la eficiencia energética y la incorporación de las fuentes de energía renovables en la metrópolis. Con la declaración de la emergencia climática, el AMB ha asumido el objetivo europeo de reducción del 55% de las emisiones, con el impulso de 100 MWp de energía fotovoltaica orientados a alcanzar la neutralidad de emisiones de los ayuntamientos metropolitanos antes de 2030.
Actualmente, de estas 215 instalaciones, 20 ya están en funcionamiento, 96 están en fase de construcción o redacción del proyecto (a las que se añadirán 91 proyectos más en 2022) y ocho disponen del estudio básico realizado.
Actuaciones en equipamientos municipales
En el marco de las actuaciones que se promueven en edificios existentes, se priorizan las actuaciones en espacios con gran afluencia de vecinos, por la acción pedagógica que supone. La mayoría de instalaciones se harán en las cubiertas de edificios públicos municipales, en concreto un 66% del total. Las instalaciones en bibliotecas, centros cívicos, sedes municipales o centros educativos permiten dar a conocer la generación de energía solar a la ciudadanía.
De las 215 instalaciones fotovoltaicas, un 40% estarán ubicadas en escuelas, de modo que serán el tipo mayoritario. Las placas aportan el suministro necesario para el consumo eléctrico de los equipos, que podrán autogestionarse energéticamente. Además, los equipamientos educativos son lugares clave para desarrollar una nueva cultura energética ciudadana, puesto que se podrán definir nuevas prácticas de ahorro y eficiencia con las comunidades educativas.
Las actuaciones en equipamientos municipales ayudan a los ayuntamientos a estabilizar una parte de la factura energética, con un precio fijo conocido para los próximos 30 años de vida útil de estas instalaciones solares. En una escuela tipo, por ejemplo, la factura puede alcanzar los 8.000 euros anuales.
Red de fotolineras para recargar vehículos
El Plan SolarMet incluye 72.000 metros cuadrados de superficie en los que se instalarán placas solares, que permitirán reducir el consumo de combustibles fósiles en instalaciones de agua y residuos. Las cubiertas de los servicios de tratamiento de agua y residuos son un claro ejemplo de cómo las cubiertas de tipo industrial son un espacio primordial para la transición energética del territorio metropolitano.
La electrificación del parque móvil pasa por la extensión de la red de puntos de recarga y también por la generación de energía renovable y local. Las 44 fotolineras permitirán recargar vehículos con energía de origen renovable, además de integrar criterios de proximidad con el transporte público (aparcamientos de intercambio o P+R), y en un futuro próximo implementar experiencias de interacción de los usuarios con la red eléctrica (puntos bidireccionales).
El impulso de la energía fotovoltaica va ligado a la integración con otros parámetros como la presencia de infraestructura verde y los beneficios que genera: calidad del aire, biodiversidad, espacios de confort, etc. Por eso también se llevan a cabo proyectos singulares, como cuatro cubiertas biosolares que combinan generación solar con infraestructura verde.